«QUE LA CRISIS LA PAGUEN LOS CAPITALISTAS»

Lista 14 - Lista 257

domingo, 27 de septiembre de 2009

Fuera el lockout "armado" de Kraft/Terrabusi. Todos a rodear la planta para impedir el desalojo

Néstor Pitrola declaró hace minutos: “Desde las 0 horas de hoy se les ha impedido entrar a los obreros de Kraft mediante un despliegue de decenas de carros de infantería con apoyo de gendarmería. Impiden así el ingreso de los turnos que están de huelga hace 38 días, de manera que se desarrolla a partir de hoy un lock out “armado”, que con seguridad prepara el desalojo de los compañeros despedidos”.

“La infantería de Scioli y la gendarmería de Aníbal Fernández y Cobos, en ejercicio de la presidencia, salen a respaldar el accionar antiobrero de la multinacional Kraft que ha despedido a toda la representación sindical de fábrica, con el apoyo de la patota sindical de Daer que boicotea el paro desde adentro y Moyano que salió públicamente a atacar la huelga”.

“El Partido Obrero llama a redoblar la acción de solidaridad con la huelga en todo el país, a rodear la planta de un cordón humano para romper el lock out “armado” y evitar el desalojo violento de los despedidos, y a impulsar desde asambleas de base en todas las fábricas de la alimentación un paro general del gremio contra el carnereaje de Daer a esta huelga decisiva para los obreros de alimentación y de toda la clase obrera”.

CON EL PUEBLO DE HONDURAS Y LOS OBREROS DE TERRABUSI

Las cosas hay que decirlas como son: la epopeya del pueblo de Honduras y la huelga de los obreros de la ex Terrabusi forman parte de una misma lucha.

Es que detrás de la máscara de los Michelleti, las masas de Honduras son explotadas y hambreadas por los mismos pulpos, como Kraft, que explotan a los trabajadores argentinos y les niegan sus más elementales derechos democráticos.

Los hondureños tienen derecho a un gobierno propio y a una Asamblea Constituyente.

Los trabajadores de la ex Terrabusi tienen derecho a un trabajo digno y a una representación sindical propia, como su cuerpo de delegados y su comisión interna, sin las burocracias que trafican medicamentos truchos o compran con dinero ajeno lujosas fincas.

Las masas hondureñas se han levantado para hacer valer sus derechos y nuestros trabajadores, por la misma razón, están en huelga, se mantienen dentro de la empresa y cortan las rutas.

En Honduras, la policía y el ejército se han lanzado a una represión feroz para defender la dominación de los amos del país; lo mismo hace aquí la infantería instalada en la planta, lista para volver a arremeter contra los trabajadores.

La Presidenta de Argentina se encuentra en la Asamblea General de la ONU, donde seguramente dirá las palabras apropiadas contra los golpistas hondureños, pero nada más que eso; le teme como a la peste que se produzca una victoria popular.

En su país, Argentina, no llega ni a la demagogia; insta a sus secuaces a que hagan todo lo que posible para derrotar a los obreros de Kraft-Terrabusi.

Por eso, el ministerio (¿de Trabajo?) protege a la patronal extranjera, mientras que (¿el sindicalista?) Moyano denuncia a los que se supone que son sus compañeros y defiende sin vergüenza los intereses de los gringos.

Mientras tanto, ¿dónde están los demócratas de la palabra y de la libertad audiovisual? Pues nadie los vio utilizando sus medios de comunicación y sus sindicatos (Yasky) para defender a los trabajadores de Kraft.

Como en Honduras, los trabajadores que apoyamos la lucha de los compañeros de la ex Terrabusi hemos salido a cortar rutas y a desarrollar movilizaciones a lo largo de todo el país, porque una victoria en Terrabusi servirá para poner un límite a la explotación capitalista, conquistar nuevos derechos, democratizar los sindicatos y echar de ellos a los mafiosos que los manejan con la complicidad de los gobiernos patronales.

¡Viva el pueblo de Honduras y nuestros compañeros de Terrabusi, carajo!

viernes, 25 de septiembre de 2009

Kraft/Terrabusi

FUERA EL LOKC OUT “ARMADO” DE KRAFT / TERRABUSI
TODOS A RODEAR LA PLANTA PARA IMPEDIR EL DESALOJO

Néstor Pitrola declaró hace minutos: “Desde las 0 horas de hoy se les ha impedido entrar a los obreros de Kraft mediante un despliegue de decenas de carros de infantería con apoyo de gendarmería. Impiden así el ingreso de los turnos que están de huelga hace 38 días, de manera que se desarrolla a partir de hoy un lock out “armado”, que con seguridad prepara el desalojo de los compañeros despedidos”.
“La infantería de Scioli y la gendarmería de Aníbal Fernández y Cobos, en ejercicio de la presidencia, salen a respaldar el accionar antiobrero de la multinacional Kraft que ha despedido a toda la representación sindical de fábrica, con el apoyo de la patota sindical de Daer que boicotea el paro desde adentro y Moyano que salió públicamente a atacar la huelga”.
“El Partido Obrero llama a redoblar la acción de solidaridad con la huelga en todo el país, a rodear la planta de un cordón humano para romper el lock out “armado” y evitar el desalojo violento de los despedidos, y a impulsar desde asambleas de base en todas las fábricas de la alimentación un paro general del gremio contra el carnereaje de Daer a esta huelga decisiva para los obreros de alimentación y de toda la clase obrera”.

PARTIDO OBRERO

domingo, 20 de septiembre de 2009

LOS K YA ESTÁN EN EL FONDO


La marcha del gobierno hacia el FMI está sembrada de rosas.

Todo reluce: suben las reservas, paró la fuga de capitales, cayó el maldito ‘riesgo-país’, crecen los depósitos y hasta se revaloriza el peso.

El ‘milagro’ no es solamente una confección interna: la caída internacional del dólar refleja una fuga de capitales en los Estados Unidos, que incluso no busca ‘refugio’ en ningún otro país sino en el oro.

Pero el gobierno hace lo suyo: promueve un canje de deuda pública que aumenta la tasa de interés para los especuladores, rescata empresas con plata de la Anses y ha prometido pagarle a los llamados bonistas y al Club de París y acabar con los subsidios a la luz, la nafta, el gas, el transporte –o sea, un tarifazo.

El proyecto de Presupuesto que ya ingresará al Congreso anuncia un inmenso ajuste – disimulado con una exagerada proyección del crecimiento y una disminuida (irreal) tasa de inflación.

Además, con María del Carmen Alarcón, una mujer que combina los rasgos indígenas con el servicio a los capitales agrarios, los K se están empezando a amigar con la ‘puta oligarquía’.
De negociación en negociación, hasta puede terminar en un compromiso con el mismísimo Clarín: ¿por qué no, si ya consiguió la adhesión del cardenal Bergoglio y del Episcopado a la ley de medios?

Con los trabajadores también sigue una regla fondomonetarista: el miércoles a la tarde mandó a la Gendarmería y a la burocracia de la CGT a poner en marcha a palos la producción en Kraft-Terrabusi, y fueron sacados cagando por los trabajadores.

El mismo procedimiento ha utilizado con los petroleros de Las Heras.

Le ha soltado la mano a Massuh, Mahle y Paraná Metal –a cuyos obreros les había prometido la defensa del empleo.

Los intelectuales que miran para otro lado, acompañados siempre por la CTA, se alegran con el lugar que creen les reserva la futura ley de medios –pero ya engañan a los demás y a sí mismos al no denunciar que el gobierno nacional y popular está en plena entrega fondomonetarista y en plena represión a los trabajadores.

No al gobierno fondomonetarista: hagámosle morder el polvo impulsando la victoria de las luchas obreras.

jueves, 10 de septiembre de 2009

Terrabusi, Subtes, petroleros, Tatsa…


Defendamos estas luchas

El lunes a la madrugada, los Kirchner y Aníbal Fernández pusieron su infantería al servicio del pulpo Kraft/Terrabusi.

Los palos y gases no pudieron quebrar la tenaz resistencia obrera contra los despidos y en defensa de su organización fabril.

Por los mismos motivos, los trabajadores del subte paran este jueves 10.

Defienden a su representación obrera contra una burocracia que viene de entregar, una vez más, las aspiraciones salariales.

El gobierno kirchnerista ya le mostró los dientes a los compañeros de Metrovías. Lo hizo a través del secretario de Transporte, el ex funcionario macrista Juan Pablo Schiavi.

“El servicio está por encima del derecho de huelga”, dijo. Habló en nombre del gobierno que perpetró el mayor vaciamiento de los servicios públicos en beneficio de los privatizadores.

¡El mismo libreto se aplicó, semanas atrás, contra los obreros petroleros del sur! Después de una huelga que arrancó el 25% de aumento y el pago de los días caídos, Repsol y el gobierno exigieron, en un acta fascista, la virtual ilegalización de las huelgas en toda Santa Cruz.

Terrabusi, el subte, petroleros. El gobierno, que muestra su mejor sonrisa ante el FMI, rechina los dientes contra la clase obrera.

Pero este frente común del gobierno con Repsol, Kraft o Roggio tiene otro socio de fierro: la burocracia sindical.

Mientras apaleaban a los compañeros de Terrabusi, el burócrata Daer salía a “desmarcarse” de la acción de los obreros.

Mientras los obreros del subte salen a la lucha, la burocracia de la UTA actúa como fuerza de choque de Roggio y el gobierno contra los delegados.

Mientras los piquetes patagónicos reclamaban luchar contra los pulpos, la burocracia petrolera firmaba el acuerdo rompehuelgas impuesto por los Kirchner y Repsol.

La burocracia es el brazo ejecutor de la escalada capitalista contra la clase obrera.

Pero esa ofensiva encuentra una línea de resistencia.

La conforman los delegados, activistas y comisiones internas que se han puesto de pie al cabo de luchas extraordinarias.

Los trabajadores del subte, de la alimentación, del petróleo; los estatales de Córdoba y de Santa Cruz; los compañeros de Tatsa se han cargado al hombro la defensa del salario, de las condiciones laborales y de sus organizaciones de lucha.

Mientras tanto, los burócratas se han cargado otro crimen contra la salud y la vida de los trabajadores. Es el escándalo de los medicamentos truchos, que financió la campaña electoral de “su” gobierno.

“Se va a acabar..., se va a acabar”... La vieja consigna de la clase obrera que lucha contra la burocracia necesita sonar con más fuerza que nunca.

Abramos una deliberación en todos los sindicatos por la formación de agrupaciones y de una tendencia clasista; por la convocatoria a plenarios y congresos de trabajadores, para debatir y luchar por una salida obrera frente al desastre que nos deparan un gobierno en ruinas, por un lado, y sus opositores capitalistas, por el otro.

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Terrabusi: abajo la represión, organicemos los piquetes de la huelga general

El PARTIDO OBRERO repudia la brutal represión desatada, en el interior de la fábrica Terrabusi, que ha dejado un saldo de varios compañeros heridos. La patronal, que rompió la conciliación obligatoria decretada por el Ministerio de Trabajo y decretó el viernes último un lock out de 72 horas, militarizó la planta y persiste en despedir a 160 trabajadores, incluidos los delegados.

¡Fuera la policía de Terrabussi, reincorporación inmediata de los despedidos!

Néstor Pitrola dijo: “El Partido Obrero denuncia el inmoral frente antiobrero que se ha constituido entre la multinacional Kraft, la burocracia sindical de Daer y el aparato judicial y represivo, violentando toda legalidad, para atacar una organización obrera estratégica como es el cuerpo de delegados de una de las fábricas más importantes del país”.

Pitrola finalizó “llamando a la movilización prevista para hoy a las 14,30 horas en el Obelisco y llamó a todas las organizaciones obreras y populares a discutir y organizar todas las medidas para llevar a la victoria la huelga general que valientemente han retomado hoy los obreros de Terrabussi: piquetes, cortes de ruta, bloqueo zonal y una gran marcha a Plaza de Mayo para quebrar el brazo de este ataque, que es un ataque a toda la clase obrera de la zona norte y a la clase obrera que lucha en todo el país”.

domingo, 6 de septiembre de 2009

Villa 31 - Masiva marcha contra el gatillo fácil

Video Informe - Gatillo fácil en la Villa 31 from Ojo Obrero on Vimeo.

LA LIBERTAD DE EXPRESION MERECE UNA LUCHA

No es muy difícil asegurar para la sociedad la vigencia de la libertad de prensa y de expresión en general.

Basta, para ello, abolir el monopolio privado de los medios materiales de comunicación y repartir su uso o usufructo entre la diversidad de las organizaciones políticas y sociales (artísticas, culturales, científicas, educacionales, deportivas), asegurando la participación de las diversas corrientes ideológicas y de ideas que actúan en su seno.

El proyecto del gobierno tiene otro sentido.

En primer lugar, ratifica la presencia de los monopolios mediáticos existentes y facilita el ingreso de otros nuevos –como los de la telefonía, lo cual incluye a los capitalistas amigos como el grupo Werthein-Telecom (de la Caja de Ahorro y Seguros).

Esta ratificación es un hecho de fondo dado el cuestionamiento reiterado que ha sufrido la ley de la dictadura por este motivo.

Es también esencial porque abre paso a los monopolios capitalistas que se han desarrollado con las nuevas tecnologías de comunicación (telefonía-internet-televisión).

Es, podríamos decir, incluso crucial, dada la tendencia de las luchas sociales de las últimas décadas a cuestionar el orden precedente.

En resumen, el proyecto oficial reafirma el derecho a la explotación capitalista de la información y el derecho a subordinar o condicionar la libertad de expresión a los intereses de los grupos capitalistas de los medios.

La enorme capacidad económica de estos monopolios y la amplitud de sus relaciones financieras, crean una posición privilegiada para la des-información, el cercenamiento de la opinión y la desvirtuación de la cultura o el arte.

La ley de la dictadura, que está aún vigente, es la expresión de todo el régimen político actual, tanto de oficialistas como de opositores, porque recuerda que más de la mitad de la legislación que todavía rige fue dictada por los gobiernos militares.

La democracia argentina no es un estado de derecho sino de excepción, un régimen inconstitucional.

Es verdad que el proyecto K pretende estatizar el 33 por ciento del espacio de comunicación, pero esto no es de ningún modo un progreso ni es contradictorio con la reafirmación del derecho a la explotación privada en gran escala, porque el Estado podría tercerizar o arrendar a grupos económicos o fundaciones ligadas a ellos la producción de contenidos y programas.

El matrimonio oficial ha hecho de estos trucos una profesión: tercerizó, por ejemplo, el sistema de obras públicas por medio de fideicomisos, para burlar las auditorías del Congreso.

O creó Enarsa, para licitar la explotación de la plataforma continental.

Pero la estatización de la opinión o de la expresión puede ser incluso peor que el monopolio privado, porque el Estado concentra el poder político del capital, tiene el monopolio de la fuerza y opera por medio de una burocracia tanto o más conspirativa que los ‘servicios’ privados, pero más centralizada (al menos en principio).

En el programa de los socialistas del Partido Obrero, la abolición del monopolio privado y estatal sobre la información y la prensa constituye el primer paso hacia la disolución del propio Estado como instrumento histórico de coacción.

La libertad real de expresión es la base de la libertad política y, por lo tanto, esencialmente contradictoria con el Estado.

El último aspecto del proyecto es que habilita un espacio de comunicación (otro 33%) para el llamado “tercer sector”, que incluye desde una universidad a una ONG o una fundación, pasando por sindicatos o clubes de fútbol.

Esta generosidad llama la atención de parte de un gobierno que mantiene en la ilegalidad a la mayor parte de los medios de este sector –algo que podría haber superado por medio de una resolución.

Pero este ‘tercer sector’ no es independiente, como ocurre con las fundaciones y ONGs que tienen financiamiento privado o estatal, o en el caso de los sindicatos burocráticos, que son estructuras paraestatales para regimentar a los trabajadores.

El gobierno de la ‘borocotización’ permanente (mejor dicho crónica) pretende, en este caso, alentar lo que él mismo dio en llamar proyectos ‘público-privados’, como ocurre con el uso del dinero de la Anses para comprar deuda pública o ‘invertir’ en empresas.

Estas características del proyecto kirchneriano lo distinguen del chavista, que es definidamente estatista –los funcionarios nombrados en los medios deben jurar por la Constitución, o sea que podrían llegar a ser juzgados como traidores a la patria (“que dios y la patria me lo demanden”).

En todo caso, un par de pymes de la comunicación o un funcionario de medios más creativo no cambian el escenario –ni se podría decir que servirían para adornarlo.

Durante más de cuatro años, los funcionarios kirchneristas discutían con los funcionarios de Magneto la tapa de Clarín del día siguiente.

Un matrimonio no se disuelve por razones de principios, sino cuando la convivencia entra en crisis.

La escaramuza con Clarín es la expresión de una crisis política más general, de ningún modo “un retorno a las ideas”; no hay que confundir dinamismo con viejazo.

Es una crisis de régimen: no solamente el gobierno está en la picota, lo mismo le pasa a Clarín –es un monopolio asediado por otros monopolios y cuestionado por una mayoría social a la que no le importaría que lo pasen a mejor vida.

No hay que descartar, entonces, que se busquen un compromiso o que armen un impasse legislativo hasta encontrarlo.

¿Vamos a dejar que lleguen a un arreglo sobre nuestras espaldas?

¿Vamos a aceptar la trampa del mal menor, con K contra Clarín o con éste contra la camarilla, para dejar que al fin transen por encima de nosotros?

¿O vamos a caer en la pusilanimidad centroizquierdista, que ofrece sus votos a cambio de una modificación en la designación del órgano de aplicación, o de la cuota para las provincias o del lugar de la CTA?

Así como un reo no puede alegar ignorancia del delito, el centroizquierda no puede escudarse en el desconocimiento del carácter de clase del Estado y la falta de transparencia y corrupción de su burocracia.

Pero tenemos una opción: hagamos reuniones y discutamos el tema, e impulsemos una campaña de pronunciamientos con las conclusiones que permitan conquistar en forma efectiva la libertad de expresión.

Nacionalización de las empresas capitalistas de medios de comunicación y distribución de esos espacios a los partidos políticos efectivos –de acuerdo a su influencia real medida por los votos y la participación pública– y a todas las organizaciones sociales que no tienen motivación de lucro, asegurando la presencia en los espacios de comunicación de la gama o diversidad de sus tendencias ideológicas.