«QUE LA CRISIS LA PAGUEN LOS CAPITALISTAS»

Lista 14 - Lista 257

miércoles, 23 de abril de 2008

CHARLA - DEBATE


La Crisis Política del Gobierno
y
La Lucha de Los Trabajadores

con Néstor Pitrola


Sábado 26 de Abril - 17 hs.


en SUTEBA - San Miguel

Peluffo 1331 -entre Italia y Charlone-

viernes, 18 de abril de 2008

1º de mayo: POR UNA PLAZA DE LOS LUCHADORES

La crisis de las últimas semanas dejó como saldo un incremento de la carestía de un lado, y el compromiso del gobierno de pagarles a los usureros del Club de París, del otro.

Las patronales agrarias quieren alimentos caros y es así que han logrado de un tiempo a esta parte, la dolarización en los precios de los mismos.

El gobierno de los K sólo quiere más impuestos para pagar la deuda externa a costa de la confiscación del salario de los trabajadores que es del orden del 30 al 35 por ciento. Ahí reposa la estructura fiscal nacional.

Los terratenientes no pagan nada, las valuaciones fiscales que les tocan son irrisorias, ya que, por ejemplo, en Buenos Aires, el impuesto inmobiliario rural recauda en promedio por hectárea 12 pesos anuales, ¡Una bicoca de un peso por mes!.

La inflación se hace imparable y no han resuelto nada para frenarla. El gobierno y los capitalistas que lo apoyan y las patronales del campo, han ocupado el escenario nacional con sus demandas onerosas para el pueblo. La burocracia sindical no se da por aludida y firma acuerdos salariales que en promedio no superan el 16 por ciento a espaldas de los trabajadores, mientras tanto la inflación trepa el 25 por ciento.

Es hora de hacer oír el reclamo de los trabajadores y sus organizaciones de lucha, incluidos los obreros del campo y los campesinos expulsados de sus tierras por las patronales sojeras.

No es tiempo de sectarismos mezquinos, porque muchas posiciones comprometen el futuro de la clase obrera.

La lucha de los obreros de Sidor no sólo ha desatado una crisis política, sino que abre una brecha de intervención independiente para los trabajadores a escala continental, ya que enfrenta la regimentación que les plantea el nacionalismo burgués de Chávez…

Este 1º de Mayo nos plantea la obligación de la defensa de los campesinos –aborígenes bolivianos ante los embates de la derecha secesionista de la Media Luna Fértil, también nos plantea la defensa del pueblo haitiano que se ha levantado contra el hambre.

El 1º de Mayo plantea colocar al frente los intereses de conjunto de los trabajadores, frente a las clases explotadoras en sus diferentes variantes. Es por esto que una manifestación política independiente podrá unir a los obreros y campesinos de América Latina contra el frente terrorista de Bush y el paramilitar Uribe.

Solamente una acción independiente y unitaria en Plaza de Mayo podrá plantear la defensa de la clase obrera frente a gobiernos como el de los Kirchner o los Lula, entre otros, pretenden arrastrarla aún más a la miseria.

Desde el Partido Obrero llamamos a todas las organizaciones que se reconocen en la lucha del proletariado a organizar un 1º de Mayo independiente, clasista e internacionalista.

Expresemos con una movilización independiente la voluntad de conquistar la supremacía política de la clase obrera, que hasta ahora detentan sus explotadores y los saqueadores del país.

martes, 8 de abril de 2008

Jorge Altamira en "Tormenta de ideas"

Primera Parte

Segunda Parte

Tercera Parte

martes, 1 de abril de 2008

UNA PELEA ENTRE CAPITALISTAS

No nos movilizamos con Moyano, D´Elía y Yasky
p
ara apoyar al gobierno de Telefónica, Repsol y Peugeot

La inmensa mayoría de la población asiste azorada y confundida a una pelea entre dos polos capitalistas, que los trabajadores ya están pagando con desabastecimiento y que pagarán con una mayor carestía cuando terminen transando en esta pulseada.

El capital agrario quiere una rebaja de retenciones a las exportaciones, que le permita, en especial a los grandes pulpos, acaparar una mayor parte de la renta que genera el alza fenomenal de los precios internacionales.

Al mismo tiempo, ese capital sabotea el pago del impuesto inmobiliario, mediante la evasión y la valuación fraudulenta de sus campos.

El gobierno no acepta el reclamo sobre las retenciones con el argumento de que necesita mantener su política de devaluación del peso, para premiar a los pulpos exportadores automotrices, siderúrgicos, pesqueros, mineros, petroleros, vitivinícolas, citrícolas y de todo otro tipo. Pero principalmente, para pagar la deuda pública, que sólo en 2007 se incrementó en ¡15.000 millones de dólares!

Se trata de una pugna al interior de la clase capitalista, que en cualquier caso derivará en una mayor carestía, que perjudicará, por sobre todo, a los obreros de la industria y del campo, y a la clase media trabajadora.

La Federación Agraria Argentina, cuyo lejano pasado la identifica como representante de los chacareros que luchaban contra los terratenientes, ha hecho en esta ocasión un frente único con ellos y con el conjunto del capital agro-financiero-exportador.

Numerosas organizaciones de izquierda se han adherido a esta alianza esgrimiendo la coartada de que defienden a los pequeños productores.

La CGT, la CTA y otras tendencias populares han elegido ponerse del lado del gobierno que entrega el petróleo; impone topes salariales por debajo de la inflación, no cumple con el 82 por ciento móvil; tiene un pacto empresarial con los grupos mineros y con los que depredan la riqueza pesquera, y también con saqueadores confesos como Taselli o los amigos capitalistas del juego del matrimonio; que defiende a muerte a los pulpos como Techint y los ‘sobreprecios'; ataca y reprime a los docentes y a los trabajadores del subte, del Casino, del Hospital Francés, de Parmalat y tantos otros.

Se ponen del lado del gobierno de Telefónica y Telecom, que superexplotan a los jóvenes de los ‘call center', pero en cuyo capital se encuentran amigos del oficialismo como Werthein - uno de los principales terratenientes de Argentina.

Es el gobierno de los Eskenazi (Repsol), Elsztain (del pulpo agrario Cresud), Urquía (de la agro-industrial-exportadora Aceitera General Deheza).

Es el gobierno de Grobocopatel, compañero de viaje de negocios del matrimonio presidencial.

Es el gobierno de la 4 x 4 con la que el ex ministro pingüino Varizat atropelló a las maestras y maestros de Río Gallegos.

¿Puede defender al pueblo un gobierno que defiende con encarnizamiento estos intereses?

La CGT y la CTA se ponen del lado del gobierno que continúa permitiendo que la valuación fiscal de los campos, sobre la que se pagan los impuestos inmobiliarios, sea ochenta veces inferior al precio de mercado de la hectárea de tierra.

La CGT y la CTA llaman a una movilización en apoyo a este gobierno de la gran patronal, movilización que nunca realizaron para luchar contra los techos salariales, por la abolición del trabajo en negro, por el 82% móvil para los jubilados, o el fin de la flexibilidad laboral.

Los obreros no tienen nada para ganar con esta movilización, pero sí mucho para perder, porque al final el gobierno de la entrega minera y la inflación acabará pactando con el gran capital agrario sobre las espaldas de los trabajadores.

Denunciamos que lo que ocurre es un conflicto al interior de la clase capitalista.

Nuestro planteo es:

  • Nacionalización de los grandes capitales que controlan el 50 por ciento de las tierras y de la producción agraria, y el 90 por ciento del comercio exterior, para impulsar una política de poblamiento agrario en beneficio de chacareros y obreros del campo.

  • Nacionalización del comercio exterior y de los puertos privados, por donde se contrabandea la producción de Argentina y se evaden miles de millones de pesos.

  • Defensa del obrero rural: salario mínimo igual al costo de la canasta familiar, control obrero de las condiciones de trabajo y garantía anual de sus ingresos.

  • Nacionalización de la minería y del petróleo y enjuiciamiento a las camarillas gubernamentales que se han asociado a ellas en las provincias mineras y petroleras.

  • Eliminación de todos los impuestos al consumo, por impuestos elevados y progresivos a las ganancias y rentas de los grandes capitalistas.

La crisis presente demuestra que se necesita una reorganización del país sobre nuevas bases sociales y políticas.

La salida es obrera, popular y socialista.