El Partido Obrero, ante la rebelión popular de Merlo y Castelar

EL GRUPO CIRIGLIANO, PEOR QUE MARSANS

La población de la zona Oeste se ha levantado contra el vaciamiento de TBA a manos del grupo Cirigliano. El Partido Obrero se solidariza con esta rebelión popular.

Frente a las acusaciones formuladas por el Ministro del Interior que responsabiliza a nuestro Partido por los episodios del día de hoy, señalamos que es la actitud habitual y permanente del gobierno nacional, que pretende tapar su responsabilidad en el colapso en que se encuentra el transporte y presentar como una conspiración lo que no es otra cosa que una legítima protesta y reacción popular.

El estado deplorable en que se encuentran el ferrocarril y el transporte urbano es responsabilidad de Cirigliano y de su grupo económico, así como también de las camarillas nacionales -encabezadas por Randazzo y DeVido-, provinciales y municipales -en primer lugar de Othacehé.

Cirigliano recibe millonarios subsidios por TBA y no invierte un centavo para mejorar el funcionamiento de los trenes. También percibe enormes recursos en Emfer para las reparaciones de trenes, donde tampoco invierte pero, además, despide trabajadores. La misma política de

despidos y vaciamiento sigue en sus líneas de colectivos del grupo "Plaza". Los desfalcos de Cirigliano son incluso peores a los perpetrados por Marsans en Aerolíneas y Austral.

El derrumbe de TBA demuestra que las "estatizaciones" ferroviarias kirchneristas sólo fueron la coartada en nuevas concesiones leoninas, en favor de la "burguesía nacional" amiga del gobierno. Planteamos:

Anulación de todas las concesiones a Cirigliano, investigación de sus desfalcos contra el Estado, los trabajadores y los usuarios. Impulsamos una asamblea popular de la zona Oeste para que el pueblo tome en sus manos la gestión del transporte público, su reconstrucción e integración de los servicios de ferrocarriles y colectivos.

Denunciamos que el intendente de Merlo actúa en connivencia con Cirigliano y las patronales del transporte. Othacehé ha impuesto un régimen de terror y quiere valerse de estos acontecimientos para reforzar estos métodos de intidimación. Denunciamos al intendente, quien no ha vacilado en sacar sus patotas a la calle para reprimir a manifestantes, varios de los cuales están hospitalizados.
Responsabilizamos al Ministro del Interior y a Othacehé por estos episodios. Reclamamos la libertad de todos los detenidos y el esclarecimiento y castigo a los responsables.